lunes, 8 de diciembre de 2008

13 - La música religiosa





La música y la religión han estado unidas desde tiempos inmemoriales y siempre se han potenciado la una a la otra. Grandes obras emblemáticas de la música han sido compuestas en contextos religiosos y no son pocos quienes a través de las obras musicales logran una relación más cercana y significativa con sus creencias.

Como en toda América Latina la música religiosa, entendida desde su vertiente occidental, fue una de las primeras manifestaciones artísticas en llegar a Valdivia. Los misioneros jesuitas, con su enorme influencia cultural en el Nuevo Mundo, se encargaron de difundir el evangelio por medio de la educación y particularmente por medio de la música. Así, no es de extrañarse que algunos de los registros más entiguos que se tengan de música religiosa en el sur de Chile sean justamente composiciones religiosas jesuitas escritas para ser cantadas en mapudungun.

Como veremos en este capítulo de "Memoria Musical de Valdivia", las iglesias siempre fueron y siguen siendo uno de los principales polos de desarrollo para la música, ya sea en cuanto a su influencia o simplemente como escenarios. En la época colonial y en la temprana independencia, por ejemplo, fue la iglesia católica la que veló por la existencia de registros escritos de música sacra, pese a que durante mucho tiempo la iglesia matriz no contó siquiera con un órgano para ejecutarla.

La llegada de los colonos alemanes a mediados del Siglo XIX se convirtió en un inicio en un foco de temor para la católica sociedad valdiviana de la época. Los protestantes eran mirados con desconfianza y su influencia se consideraba potencialmente perniciosa. Todo ello, sin embargo resultó más bien injustificado, pues los nuevos habitantes parecían no tener ningún interés en ejercer su credo y ni siquiera sentían demasiada urgencia en levantar un templo en suelo chileno. Había entre ellos incluso un grupo importante que se oponía abiertamente a la construcción de una iglesia. Para ellos era la moral la que debía ser fundamental; la religión no era importante.

Otros inmigrantes, sin embargo si guardaban fuertes lazos con el luteranismo y trajeron consigo la múscia protestante desde sus tierras natales. Así, cuando 30 años tras su arribo a Valdivia, los colonos levantron finalmente su iglesia luterana, la música fue una de sus preocupaciones centrales. En 1903 ya se había encargado a la prestigiosa Casa Walker de Alemania un órgano para el templo. Lamentablemente ese primer instrumento pereció junto con el templo en el terremoto de 1960. Algunas de sus partes, sin embargo, fueron utilizadas en el órgano que actualmente suena en la Iglesia Luterana de Valdivia.

Con el tiempo las iglesias se convirtieron en importantes polos de desarrollo para la actividad coral de la ciudad, así como en impulsoras de la actividad musical en general. Templos como la Iglesia de San Francisco se mantienen hasta hoy como referentes a la hora de hablar de presentaciones, conciertos y recitales.

Para profundizar más acerca del papel que ha tenido y tiene la iglesia en la vida musical de Valdivia contamos en este episodio con la presencia del Señor Hugo Pereira, quien además de ejercer como profesor en la escuela de Música Juan Sebastián Bach, es organista de la Iglesia Luterana y director coral de conjuntos como el Coro de Adultos del Colegio Alemán.

Ejemplos musicales de "La música religiosa":

1- Salve Campesino
2- Abendgedanken - G. Frick
3- Andacht - Arnoldo Henzi
4- Ave María - Francisco Cordero
5- Aria de la Pasión - J.S. Bach (interpretada por Gabriela Lehmann y el coro de la U.A.Ch. Direción: Hugo Muñoz)

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